401. Ahora bien, no vivimos para guardar la ley, sino que vivimos por fe en Jesús como el Cristo. (Gálatas 2: 19-20)

Rom 8: 1-2, Rom 6:14, Rom 6: 4,6-7, 14, Rom 8: 3-4, 10, Rom 14: 7-9, 2 Cor 5:15

Somos liberados de la ley del pecado por el Espíritu Santo en Jesucristo. Ahora bien, no seguimos la ley, sino que seguimos al Espíritu para cumplir la ley. (Romanos 8: 1-4)

Romanos 8: 1 AHORA pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme á la carne, mas conforme al espíritu. 2  Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. 3  Porque lo que era imposible á la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios enviando á su Hijo en semejanza de carne de pecado, y á causa del pecado, condenó al pecado en la carne; 4  Para que la justicia de la ley fuese cumplida en nosotros, que no andamos conforme á la carne, mas conforme al espíritu. 

Ahora bien, no vivimos para guardar la ley, sino que vivimos por fe en Jesús como el Cristo. (Gálatas 2:20, Rom 6: 4,6-7,14, Rom 7: 4)

Gálatas 2:20 Con Cristo estoy juntamente crucificado, y vivo, no ya yo, mas vive Cristo en mí: y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó, y se entregó á sí mismo por mí.

Rom 6: 4  Porque somos sepultados juntamente con él á muerte por el bautismo; para que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en novedad de vida. 

6 Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre juntamente fué crucificado con él, para que el cuerpo del pecado sea deshecho, á fin de que no sirvamos más al pecado. 7  Porque el que es muerto, justificado es del pecado.

Rom 7: 4 Así también vosotros, hermanos míos, estáis muertos á la ley por el cuerpo de Cristo, para que seáis de otro, á saber, del que resucitó de los muertos, á fin de que fructifiquemos á Dios.

Vivimos para Cristo. (Romanos 14: 7-9, 2 Corintios 5:15)

Romanos 14: 7  Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí. 8  Que si vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así que, ó que vivamos, ó que muramos, del Señor somos. 9  Porque Cristo para esto murió, y resucitó, y volvió á vivir, para ser Señor así de los muertos como de los que viven. 

2 Corintios 5:15 Y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, mas para aquel que murió y resucitó por ellos.