1. Cristo, el verdadero profeta que curó la lepra (2 Reyes 5:3,14)
    Mt 8,2-3, Lc 17,12-14

En el Antiguo Testamento, el profeta Eliseo curó la lepra del general Naamán. (2 Reyes 5:3,14)

2 Reyes 5:3 Dijo á su señora: Si rogase mi señor al profeta que está en Samaria, él lo sanaría de su lepra.
14 El entonces descendió, y zambullóse siete veces en el Jordán, conforme á la palabra del varón de Dios: y su carne se volvió como la carne de un niño, y fué limpio.

El verdadero profeta Jesús sanó a los leprosos. (Mateo 8:2-3, Lucas 17:12-14)

Mateo 8:2 Y he aquí un leproso vino, y le adoraba, diciendo: Señor, si quisieres, puedes limpiarme. 3 Y extendiendo Jesús su mano, le tocó, diciendo: Quiero; sé limpio. Y luego su lepra fué limpiada.

Lucas 17:12 Y entrando en una aldea, viniéronle al encuentro diez hombres leprosos, los cuales se pararon de lejos, 13 Y alzaron la voz, diciendo: Jesús, Maestro, ten misericordia de nosotros. 14 Y como él los vió, les dijo: Id, mostraos á los sacerdotes. Y aconteció, que yendo ellos, fueron limpios.