Job 2:5, Apocalipsis 12:10, 1 Jn 3:8

En el Antiguo Testamento, Satanás acusó a Job de Dios. (Job 1:9-11, Job 2:5)

Job 1:9 Y respondiendo Satán á Jehová, dijo: ¿Teme Job á Dios de balde? 10  ¿No le has tú cercado á él, y á su casa, y á todo lo que tiene en derredor? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto su hacienda ha crecido sobre la tierra. 11  Mas extiende ahora tu mano, y toca á todo lo que tiene, y verás si no te blasfema en tu rostro. 

Job 2:5 Mas extiende ahora tu mano, y toca á su hueso y á su carne, y verás si no te blasfema en tu rostro.

Cristo ha quebrantado a nuestros acusadores. (1 Juan 3:8)

1 Juan 3:8  El que hace pecado, es del diablo; porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.

Satanás, que nos acusaba, será expulsado por el poder de Cristo y atormentado en el infierno para siempre. (Apocalipsis 12:10, Apocalipsis 20:10)

Apocalipsis 12:10 Y oí una grande voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, y la virtud, y el reino de nuestro Dios, y el poder de su Cristo; porque el acusador de nuestros hermanos ha sido arrojado, el cual los acusaba delante de nuestro Dios día y noche.

Apocalipsis 20:10 Y el diablo que los engañaba, fué lanzado en el lago de fuego y azufre, donde está la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche para siempre jamás.