1. Los judíos rechazaron a Cristo. (Proverbios 1:24-28)
    Jn 1,9-11, Mt 23,37-38, Lc 11,49, Rom 10,21

El Antiguo Testamento dice que Dios predicó la palabra de Dios para salvar al pueblo de Israel, pero los israelitas no querían escuchar la palabra de Dios y más bien despreciaron la palabra de Dios. (Proverbios 1:24-28, Romanos 10:21)

Proverbios 1:24 Por cuanto llamé, y no quisisteis; extendí mi mano, y no hubo quien escuchase; 25 Antes desechasteis todo consejo mío, y mi reprensión no quisisteis: 26 También yo me reiré en vuestra calamidad, y me burlaré cuando os viniere lo que teméis; 27 Cuando viniere como una destrucción lo que teméis, y vuestra calamidad llegare como un torbellino; cuando sobre vosotros viniere tribulación y angustia. 28 Entonces me llamarán, y no responderé; buscarme han de mañana, y no me hallarán:

Romanos 10:21 Mas acerca de Israel dice: Todo el día extendí mis manos á un pueblo rebelde y contradictor.

Cristo, la Palabra de Dios, vino a esta tierra, pero los israelitas no lo recibieron. (Juan 1:9-11)

Juan 1:9 Aquél era la luz verdadera, que alumbra á todo hombre que viene á este mundo. 10 En el mundo estaba, y el mundo fué hecho por él; y el mundo no le conoció. 11 A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.

Jesús envió evangelistas para rescatar a los israelitas, pero los israelitas los persiguieron. (Mateo 23:37-38, Lucas 11:49)

Mateo 23:37 ¡Jerusalem, Jerusalem, que matas á los profetas, y apedreas á los que son enviados á ti! ¡cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina junta sus pollos debajo de las alas, y no quisiste! 38 He aquí vuestra casa os es dejada desierta.

Lucas 11:49 Por tanto, la sabiduría de Dios también dijo: Enviaré á ellos profetas y apóstoles; y de ellos á unos matarán y á otros perseguirán;